1. Busca un agente inmobiliario de confianza
Encontrar a alguien que pueda explicar los pormenores de los bienes raíces, y estar abierto a su consejo suele ser el primer paso hacia una venta favorable.
“Estás vendiendo lo que, por lo general, constituye tu mayor activo monetario”, afirma Rick Smith, propietario de RCS Property Management. “Es tu dinero, tu hogar. Contrata al agente inmobiliario adecuado. Debes prepararte para escuchar, pero no tengas miedo de expresar tus preocupaciones. Y, definitivamente, haz un montón de preguntas”.
La confianza es crucial. Encontrar un agente inmobiliario que trabaje para ofrecerte lo mejor es importante en una transacción de esta magnitud. Un agente experto y cuidadoso puede dedicar el tiempo y la energía necesarios para aprovechar al máximo el potencial de tu hogar. También es probable que sea más honesto sobre cualquier asunto que se deba abordar. Desarrollar una relación de trabajo positiva con un agente inmobiliario que tome en serio tus planes de vida, metas financieras y dinámica familiar puede ayudar a aliviar el estrés de vender tu casa.
2. Sé realista en cuanto al precio de venta
Desde negociar los honorarios hasta fijar un precio de lista, tu agente no podrá decirte siempre lo que deseas oír. La mayoría de los propietarios de vivienda cree que el valor de su casa es mayor que el precio al que pueden venderla, y quizás pretendan publicarla a un valor inicial más alto de lo que amerita el mercado actual. Más allá de lo que hayas pagado originalmente por tu casa, tu agente puede ofrecer una evaluación realista de su verdadero valor de mercado y, al mismo tiempo, brindarte información sobre la venta de casas similares en tu área.
Smith aconseja que los propietarios de vivienda tasen sus casas a un valor igual o ligeramente inferior al precio de las casas vendidas recientemente que sean comparables en cuanto a ubicación, tamaño y condición. “Las casas que están sobrevaloradas se vuelven ‘rancias’”, afirma Smith. “Cuando el precio finalmente cae, a menudo la casa se vende por menos de lo que se habría vendido si hubiera tenido un precio correcto desde el principio”.
Al publicar una casa a un precio más realista, es probable que recibas más ofertas. Esto puede darle al vendedor una mayor ventaja en las negociaciones con el comprador, lo que puede derivar en un mayor precio de venta.
3. Sé honesto en cuanto a la condición de la casa
Otra cuestión importante a considerar es el estado actual de tu propiedad. Todas las casas tienen cosas que deben repararse, como problemas de plomería o techos con goteras. Aunque algunos propietarios pueden sentirse tentados a restar importancia a estas cuestiones al momento de la venta, ocultárselas a compradores potenciales inevitablemente conducirá a consecuencias negativas.
“El estado de la casa juega un papel importante, tanto en el valor de la propiedad como mientras está reservada”, dice Smith. “Si un comprador descubre que la casa tiene una cantidad significativa de daño ocasionado por termitas, o si los cimientos necesitan reparaciones superiores a, digamos, $20,000, pueden pasar dos cosas: en el peor de los casos, se cancelará la operación; en el mejor de los casos, se iniciará una renegociación entre el comprador y el vendedor, lo que se traducirá en una pérdida monetaria para el vendedor”.
4. Invierte en una inspección de la casa previa a la venta
Si estás vendiendo tu casa, es probable que en algún momento se realice una inspección. Sin embargo, como vendedor, puedes tomar la iniciativa y hacerlo antes de que cualquier comprador tenga la oportunidad de ver tu propiedad. Esto te permitirá encontrar cualquier problema evidente y repararlo, lo que hará que tu casa sea más atractiva para los posibles compradores.1
Smith afirma que los propietarios de vivienda siempre deben hacer inspeccionar su casa en busca de problemas, como termitas o moho, antes de salir al mercado. De esta forma, los propietarios pueden hacer reparaciones o renovaciones por adelantado, según sea necesario, y mostrar el informe de inspección y las mejoras realizadas a los compradores antes de que hagan una oferta.
5. Invierte en mejoras que agreguen valor
Por último, los propietarios deben hacer que su casa luzca lo mejor posible antes de mostrarla a los compradores. Además de una limpieza minuciosa, los agentes de bienes raíces a menudo recomiendan hacer mejoras antes de que tu casa salga al mercado. Estos son algunos ejemplos:
- Remodela los baños
- Remodela tu cocina, o al menos hazle una pequeña mejora
- Reemplaza el revestimiento
- Reemplaza el techo
- Dale al interior de tu casa una nueva mano de pintura
- Reemplaza o restaura los pisos2
“Eso significa que, aunque tal vez deban invertir entre $10,000 y $15,000 en la casa antes de ponerla a la venta, el rendimiento que obtendrán al venderla será muy superior al valor que habrían recibido sin realizar las mejoras”, dice Smith. “No es poco común que el vendedor recupere el doble o el triple de esa inversión si se hace correctamente”.