Ninguna empresa llegó a ser grande sin un gran plan empresarial. Para tener éxito, las empresas deben definir claramente sus objetivos, comunicarlos a toda la organización y trazar los pasos necesarios para alcanzarlos. Esto requiere una planificación estratégica. Según Harvard Business School, la planificación estratégica es el proceso organizativo continuo que consiste en utilizar los conocimientos disponibles para documentar la dirección prevista de una empresa. Se utiliza para asignar más eficazmente los recursos, los esfuerzos y el personal en la consecución de los objetivos de una empresa, para alinear a los accionistas y a los empleados con esos objetivos, y para garantizar que esos objetivos son razonables teniendo en cuenta los datos disponibles.1
¿Por qué es importante la planificación estratégica?
La planificación estratégica puede tener un impacto positivo en las empresas de numerosas maneras. Por un lado, crea una visión única de la trayectoria de la empresa que todos los empleados y las partes interesadas pueden respaldar. Cuando todo el mundo está unificado en su comprensión de los objetivos de la empresa, puede desempeñar con mayor eficacia las funciones individuales que hacen avanzar a la empresa hacia la consecución de sus objetivos.
La planificación estratégica también ayuda a los líderes empresariales a ordenar su pensamiento examinando los fundamentos de cada decisión. Diversos sesgos cognitivos pueden afectar a la capacidad de toma de decisiones de los líderes, por lo que un proceso que haga hincapié en las decisiones basadas en datos y en hechos es enormemente beneficioso.
Por último, la planificación estratégica ayuda a seguir el progreso hacia los objetivos que la empresa ha trazado. Con unos objetivos claros para todos los niveles de la empresa, los resultados de las personas y los equipos pueden sintetizarse en indicadores clave de rendimiento (KPI). Estos KPI permiten a las empresas medir el progreso a medida que se produce.1
Proceso de planificación estratégica
El proceso de planificación estratégica comienza con un inicio temprano. Los equipos de liderazgo necesitan tiempo para pensar ideas y elaborar un plan basado en datos.2 Una vez iniciado el proceso, el primer paso es evaluar el clima en el que funcionará esta estrategia. Las tendencias del mercado, el sector y los competidores de la empresa tendrán una gran influencia en el futuro, por lo que el plan debe tenerlas en cuenta. Dentro de estos factores externos, se deben identificar las oportunidades y las amenazas. Para ello, las empresas pueden realizar un análisis de puntos fuertes, puntos débiles, oportunidades y amenazas (SWOT). El plan debe ser capaz de capitalizar cualquier ventaja y al mismo tiempo defenderse de las desventajas.
Una vez analizado el panorama, se deben revisar la misión y la visión de la organización y se deben modificar de ser necesario. A continuación, deben establecerse objetivos empresariales que ayuden a la empresa a hacer realidad la misión y la visión. Luego, deben desarrollarse iniciativas específicas que se ajusten a cada objetivo empresarial, junto con una estimación de los recursos necesarios para llevar a cabo cada iniciativa. Una vez que se hayan determinado las necesidades de personal y de presupuesto para cada uno de estos objetivos e iniciativas, el plan podrá seguir adelante.
Es importante hacer un seguimiento de los indicadores de éxito a medida que se desarrolla el plan. Los informes periódicos sobre los progresos realizados fomentan la responsabilidad dentro de una organización y garantizan que los dirigentes sean conscientes de la necesidad de realizar cambios. Los planes mejores trazados suelen tener que cambiar para adaptarse mejor a un panorama cambiante con nuevos retos, por lo que es fundamental permanecer atentos a estos cambios.3
¿Con qué frecuencia debe una empresa revisar su plan estratégico?
Una parte esencial de la planificación estratégica es ser capaz y estar dispuesto a cambiar de rumbo. Como mínimo, las empresas deben revisar sus planes anualmente, generalmente en los últimos cuatro meses del año fiscal. Esto permite analizar los cambios en el mercado, los factores externos y la propia empresa. Aun así, verificarla una o dos veces más a lo largo del año puede ser muy útil para asegurarse de que la estrategia sigue funcionando según lo previsto. Las estrategias también deben reevaluarse cada vez que se produzca un acontecimiento importante, como un trastorno económico o la pérdida de un cliente importante.4
Empieza a elaborar tu plan empresarial estratégico
Si aún no has elaborado un plan estratégico para tu empresa, ¡este es el mejor momento para empezar! Cuanto antes planifiques el futuro, mejor. Para obtener más información y acceder a los recursos que pueden ayudarte a elaborar un plan sólido para tu empresa, consulta el Centro de Soluciones Empresariales de Nationwide.