Cómo convertirte en arrendador

Si compraste una propiedad con el objetivo de convertirte en un arrendador por primera vez, tienes mucho que aprender antes de publicar un aviso de alquiler. En esencia, esta propiedad se convertirá en tu empresa. Como con cualquier empresa, debes administrarla con prudencia y elegir a las personas indicadas, en este caso los inquilinos.

Sigue estos consejos para aprender lo que necesitas saber para tu nuevo papel como arrendador, mantener tu propiedad y cumplir con tus obligaciones.

Entiende las leyes

Como arrendador novato, lo primero que necesitarás hacer es familiarizarte con las leyes sobre alquileres, incluida la Ley de Vivienda Justa de alcance federal, que prohíbe la discriminación por raza, color, nacionalidad, religión, género, situación familiar o discapacidad.

Los estados y las ciudades tienen sus propias leyes de vivienda justa (algunas protegen a más clases de personas que la Ley de Vivienda Justa), y las ciudades pueden tener leyes que afectan otras cuestiones relacionadas con un alquiler, como cuánto puedes aumentar el monto del alquiler por año, qué puede descontar el inquilino del alquiler si no haces reparaciones específicas, y reglas de desalojo.

Un plan de selección de inquilinos siempre debe regirse por las leyes vigentes y debe ser fácil de entender para cualquier posible inquilino.

Evalúa a los candidatos

Una buena práctica es hacer una evaluación telefónica previa de los candidatos para informarles el valor mensual de la renta y cualquier regla que tengas, por ejemplo si aceptas o no mascotas. Si el candidato sigue interesado, programa una visita, muéstrale la casa y pídele que complete una solicitud y acepte la verificación de crédito y antecedentes penales. 

Las verificaciones de crédito te permiten conocer la capacidad del solicitante de honrar sus obligaciones financieras. Una calificación de crédito baja quizá no lo descalifique de manera automática, pero puede ser una señal de advertencia. Lo recomendable es verificar que el solicitante tenga una fuente de ingresos que le permita pagar la renta todos los meses. Para algunos arrendadores, los ingresos del solicitante deben ser el equivalente a tres veces el valor del alquiler.

Otras señales de advertencia incluyen los solicitantes que ya fueron desalojados o que tienen antecedentes criminales recientes. Es importante llamar a los arrendadores anteriores del solicitante para pedirles referencias. Si no te sientes cómodo con la información del informe crediticio de un candidato a inquilino, no tienes ninguna obligación de alquilarle tu casa. En este caso puedes optar por pedirle un depósito de seguridad más grande. Es una forma que tienen los inquilinos de demostrar que su compromiso es real. Ser consistente con tus prácticas también ayuda a evitar confusiones -- y demandas por discriminación.

Alquileres y responsabilidades

Antes de alquilar una casa a otra persona por primera vez, debes saber que eres responsable del pago del impuesto inmobiliario y de reparar cualquier electrodoméstico que incluyas, además de otras partes de la casa cuando sea necesario. El contrato de arrendamiento debe consignar esta información y especificar quién es responsable de cosas como el mantenimiento del césped y el mantenimiento general de la propiedad. Si es el arrendador, evalúa ofrecer descuentos a inquilinos que cuidan el jardín, con la advertencia de que se debe hacer de manera regular.

Prepara el contrato de arrendamiento que va a firmar el inquilino. Puedes encontrar contratos estándar en línea o pedirle a un abogado que prepare uno. En cualquiera de los dos casos, la ayuda de un abogado te garantiza que la operación es válida. Puedes adaptarlo para añadir las disposiciones que quieras, como un depósito de seguridad extra si aceptas mascotas. Como arrendador, debes proteger tu propiedad con un seguro de arrendador y recomendarles a tus inquilinos que obtengan un seguro de inquilinos o arrendatarios. Estas pólizas pueden protegerte y proteger a tus inquilinos en caso de pérdidas imprevistas cubiertas que pudieran producirse.

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