mujer mirando su teléfono móvil mientras está sentada en el sofá

Tener tu propia casa es un símbolo perdurable del sueño americano. También puede ser un excelente camino a largo plazo hacia la seguridad financiera al crear capital en el valor de la casa. De hecho, una casa suele ser la inversión más grande que la mayoría de las personas hace en su vida. Pero para aprovechar al máximo tu decisión de ser propietario de una vivienda, lo mejor es estar tan informado como sea posible acerca de las realidades que conlleva comprar una casa y afrontar una hipoteca.

Conoce tu calificación de crédito

Si has salido al mercado para comprar tu primera casa, debes saber cuál es tu calificación de crédito. Es uno de los factores más importantes a la hora de conseguir una tasa de interés atractiva en un préstamo hipotecario. Tener una calificación de crédito promedio en lugar de una excelente podría ser la diferencia entre uno o dos puntos porcentuales en tu tasa de interés. Eso podría traducirse en cientos de dólares de ahorro al mes. Si tu calificación de crédito es inferior de lo que te gustaría que fuera, puedes tratar de mejorarla al saldar tu deuda. Si no has acumulado mucho crédito, considera obtener una nueva tarjeta de crédito, hacer tus pagos a tiempo y pagar tu saldo en su totalidad.

Determina tu presupuesto

No hay nada peor que enamorarse de una casa y darse cuenta de que no se ajusta a tu presupuesto. Una manera de evitar esa decepción es establecer un presupuesto realista por tu cuenta antes de empezar a buscar casas en línea. Recuerda que tu pago mensual incluirá más que solo los intereses y el capital de la hipoteca. Asegúrate de incluir los impuestos a la propiedad y el seguro de vivienda en el presupuesto de tu hogar. Una vez que hayas establecido un presupuesto realista, no cedas. Mira únicamente las casas que estén dentro de tu presupuesto para que, si te enamoras de una, la puedas costear.

Responsabilidades de los propietarios de viviendas

Para quienes son propietarios de una vivienda por primera vez, esto conlleva numerosas responsabilidades de las que quizás no seas consciente. Mientras que los inquilinos simplemente pueden llamar a su arrendador cuando el inodoro deja de funcionar, los propietarios de viviendas actúan como sus propios administradores de propiedades. Esto significa encargarse de las tareas de mantenimiento de la casa, como el cuidado del césped, así como los trabajos de reparación, como el arreglo de ventanas o tuberías rotas (o bien, contratar y pagarle a un profesional para que lo haga).

Es fácil suponer que una vez finalizada la compra de tu casa, simplemente reemplazas el cheque de alquiler por el pago mensual de una hipoteca. Pero ser propietario de una vivienda acarrea otras obligaciones financieras, como los impuestos anuales sobre bienes inmuebles y los cargos de la asociación de propietarios de viviendas (HOA). También deberás adquirir un seguro para tu vivienda a fin de tener cobertura por catástrofes, como un incendio o terremoto.

Según el mercado, tener una casa sin dudas puede ser sinónimo de grandes ganancias financieras para algunas personas. Si bien algunas casas se devalúan con el paso del tiempo, en la mayoría de las zonas del país, los valores aumentan a un ritmo razonable acorde con el índice de inflación. Lo que significa que conviene pensar que ser propietario de una vivienda es una inversión a largo plazo en tu familia y tu comunidad, y no en un camino seguro hacia la riqueza.

Mercados inmobiliarios volátiles

Hablando de rentabilidad financiera, los mercados inmobiliarios pueden ser volátiles. Antes de hacer una oferta para la compra de una casa, busca el historial de valores de viviendas en tu área así como otra información demográfica que pueda darte una idea sobre la estabilidad a largo plazo de la comunidad. Los registros de propiedades del condado son de dominio público y, a menudo, pueden encontrarse en línea así como a través de sitios inmobiliarios como Homes.com, Realtor.com o Zillow.com.

Otros costos de una casa nueva

El precio de lista de una casa es alto, de modo que es fácil que los compradores primerizos pasen por alto otros costos asociados a la compra de una casa. Casi todos saben que comprar una casa implica un pago inicial, pero si es inferior al 20% del valor de esta, la mayoría de los arrendadores exigen un seguro de hipoteca privada. Y una vez que el negocio haya finalizado, el comprador deberá afrontar costos de cierre de aproximadamente el 2% de la hipoteca.

Otros costos de una casa nueva podrían incluir reparaciones inesperadas, habitaciones que necesitan una renovación o nuevos muebles y electrodomésticos que deban ser agregados o reemplazados. Así, los posibles propietarios de viviendas deberían reservarse el monto equivalente a varios meses de pagos hipotecarios para cubrir cualquier gasto sorpresivo.

La deducción de los intereses hipotecarios de los impuestos sobre la renta puede ser un beneficio para quienes son propietarios de una vivienda. Tan solo súmalo a las demás deducciones detalladas, cuyo total debe superar tu deducción estándar a fin de conseguir el beneficio extra.

Para ahorrar en el pago de intereses, quizás sea una buena decisión financiera que elijas una hipoteca de 15 años o que hagas pagos de hipoteca adicionales para una liquidación más rápida. Pero tal vez sea más prudente pagar los saldos de tarjeta de crédito con altos intereses o invertir en acciones y bonos. Es por eso que siempre conviene sacar cuentas o consultar a un contador especialista en impuestos antes de asumir grandes compromisos financieros.


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