Comenzar tu primer trabajo luego de que te gradúas de la universidad es una etapa emocionante. Un cheque de sueldo estable significa que tienes la estabilidad financiera para pagar facturas, reservar dinero para ahorros e incluso para hacer algunas de las compras que tanto deseas, como ir de vacaciones o un auto nuevo.
Sin dudas, debes considerar cuestiones más urgentes de la vida cotidiana, tales como gastos básicos diarios y el pago de deudas estudiantiles. Considerando las diversas demandas a las que debes destinar una parte de tu sueldo, es importante tener un plan financiero.
Al comprender mejor exactamente cuánto dinero ingresa y cómo puede afectar tus metas, puedes comenzar a ahorrar e invertir eficazmente mientras pagas mensualmente lo que adeudes.
A continuación, te presentamos algunos consejos para administrar tu dinero.
Mantener buenos hábitos de consumo
Si tienes préstamos estudiantiles sin pagar, es lógico que vivas de forma austera durante unos años después de graduarte a fin de que reduzcas tu deuda estudiantil. Saldar deudas cuanto antes significa pagar a la entidad crediticia menos interés y, en última instancia, tener más dinero disponible para otras metas financieras.
Vivir gastando menos de lo que ganas no es tan emocionante como salir a cenar con frecuencia y comprar los productos que se te plazcan. Pero si inicias tu vida laboral resignando gastos, tendrás una mejor base financiera en el futuro.
Por ejemplo, considera reservar un fondo de emergencia para necesidades imprevistas y ahorros para la jubilación. Algunos préstamos estudiantiles te permiten retrasar los pagos iniciales durante seis meses después de que comiences tu empleo. Considera pagarlos antes de ese plazo. De esa manera, no solo los cancelarás mucho antes de dicho plazo, sino que te mentalizarás en que no puedes gastar ese dinero.
Implementar hábitos de ahorro conservativos
Es conveniente que entiendas cuáles son tus gastos diarios y qué pagos debes hacer cada mes. Luego, analiza en qué otras opciones estás gastando tu dinero. Recién en esta instancia comenzarás a tener una idea clara acerca de a dónde destinas tu dinero. Tal vez determines que estás gastando demasiado en cenas en restaurantes o en la factura del cable. Considera solicitarle a tu empleador que te deposite parte de tu cheque de sueldo directamente en una cuenta de ahorros o destinar aumentos o bonos directamente a ahorros.
La jubilación puede parecer una etapa muy lejana o difícil de entender en los primeros años de la edad adulta. Pero lo que ahorres hoy influirá mucho en la posibilidad de tener una jubilación cómoda en el futuro. Los adultos jóvenes no pueden depender del Seguro Social como su único plan de jubilación, y las compañías, en general, han dejado de ofrecer planes de jubilación con beneficio definido para ofrecer planes 401(k), los cuales dependen en gran medida de las contribuciones individuales. Debes concentrarte en invertir en tu jubilación.
Como beneficio de empleo, muchas compañías ofrecen planes de jubilación con contribuciones equivalentes, lo que te ayuda a ahorrar para el futuro mientras cobras tu sueldo. Una compañía que ofrece fondos equivalentes paga dólar por dólar, por ejemplo, hasta un porcentaje específico de tu sueldo. De manera que, si ganas $50,000 y la compañía iguala hasta el 4% de tu sueldo en un fondo de jubilación, tu fondo de jubilación recibe $2,000 adicionales por año en concepto del dinero de la compañía cuando contribuyes $2,000 de tu sueldo.
Con un interés compuesto, tu dinero te rinde. Con una tasa de interés compuesto del 5% anual durante 40 años, por ejemplo, esos $2,000 que iguala la compañía se convierten en $14,080, más el dinero que tú aportes, $4,000 en un año se convierten en $28,160 en la jubilación. ¡Imagina que esto suceda cada año!
Establecer metas financieras en la vida
Ahorrar dinero es más fácil si tienes metas. Escribe tus metas y qué deberás hacer para concretarlas. Una meta puede ser saldar tus deudas de préstamos estudiantiles dentro de cinco años. Para hacerlo, averigua cuánto adeudas y determina qué debes pagar en ese plazo para concretar la meta. Si determinas una cifra, entenderás mejor cómo lograr la meta y ajustar tu presupuesto en consecuencia, o buscar ingresos complementarios para lograrla.
Algunas personas evitan usar tarjetas de crédito para hacer un mejor seguimiento de sus gastos. Si pagas facturas directamente desde tu cuenta bancaria mediante una tarjeta de débito o efectivo, estarás más atento. Cuando uses una tarjeta de crédito, págala por completo todos los meses y no compres cosas que luego no puedas pagar de inmediato. Las tasas de interés de las tarjetas de crédito son altas; si pagas tu factura conforme avanza el tiempo, pagarás mucho más por tus compras.
Obtener tu primer empleo es emocionante y desafiante. Aumenta tus beneficios de empleo y no los des por sentado. Sé proactivo respecto a la administración de tus nuevos ingresos y equilibra esos ingresos con tus obligaciones financieras. Al establecer metas con una herramienta de gestión de finanzas personales y ahorrar e invertir en vez de gastar, estarás mejor posicionado en el futuro.