Un salón de clases con escritorios y sillas vacíos, luz solar que entra por las ventanas.

Tienes listos sus ahorros para la universidad, ahora tu hijo necesita decidir qué universidad recibirá esos fondos ganados con tanto esfuerzo. Elegir la universidad adecuada puede ser avasallante. Según el Centro Nacional de Estadísticas de Educación, hay más de 3,000 universidades con cursos de cuatro años en los Estados Unidos, y cada una ofrece diferentes beneficios, programas y servicios.

Algunos de los principales factores que pueden influir en la decisión son el costo, la geografía, los tipos de programas que ofrecen las instituciones y sus normativas de admisión. Los centros de asesoramiento sobre universidades y las firmas de consultoría pueden brindar orientación. Los amigos y los colegas pueden dar consejos, y hay una enorme cantidad de contenido impreso y en línea que puede ayudarte a entender lo que ofrece cada universidad.

Recuerda concentrarte en ayudar a tu hijo a priorizar sus intereses y necesidades, y ten en cuenta que quizás no haya una opción ideal. De esa manera, es posible que liberes algo de la presión que forma parte del proceso de la toma de decisión y aumentes la probabilidad de que tu hijo encuentre un buen lugar.

¿Qué quiere tu hijo?

¿Quiere tu hijo estudiar ingeniería o arte? ¿Quiere quedarse cerca de casa o explorar un lugar alejado? ¿Aprende tu hijo en un entorno escolar pequeño? ¿Son importantes los deportes o el espíritu universitario? ¿Quiere ir a una universidad que esté en un área urbana o quiere estudiar en una ciudad pequeña o en un área rural? ¿Le molesta a tu hijo el invierno o quiere ir a un lugar soleado?

Estas son todas consideraciones que pueden ayudar a tu hijo a filtrar las opciones más rápido. Haz que tu hijo elabore una lista de lo que espera de una universidad y deja que priorice las características infaltables y las que estaría bueno que estén que para él/ella son importantes. Luego, comienza a buscar universidades que cumplan con la mayoría de esos criterios o con todos.

¿Pública o privada?

Asistir a una universidad pública es una buena opción para muchos estudiantes. Los impuestos del estado ya subsidian la matrícula de esos estudiantes, y los gastos de transporte de tu hijo seguramente serán inferiores. Recuerda que ir a una universidad estatal en una área que no es tu residencia principal puede costarte tanto como una universidad privada; estas instituciones pueden cobrarle una matrícula mucho más elevada a los estudiantes que no son del estado. Analiza detenidamente los costos de matrícula y otros costos. Y recuerda qué estudiantes universitarios tienen más probabilidades de graduarse si cuentan con un plan profesional.

Becas

Fíjate si tu hijo ha alcanzado logros académicos, deportivos u otros que lo hagan elegible para obtener una beca. Cancelar la deuda de la universidad puede llevar mucho tiempo y requerir del dinero que podría usarse para otros fines, incluida la jubilación. Incluso una beca parcial puede ayudar a aliviar la carga.

Ayuda financiera

No borres de la lista una universidad por el solo hecho de que cuesta bastante. Algunas universidades tienen el compromiso de satisfacer las necesidades financieras de todos los estudiantes universitarios, ya sea a través de una beca, un programa laboral o un préstamo, o una combinación de los tres.

Universidades de dos años

Algunos estudiantes consideran que ir a un instituto terciario o a una universidad de dos años y luego pasarse a una universidad de cuatro años puede ayudar a ahorrar en la matrícula y en otros costos. La calidad de muchas de estas instituciones es muy buena, y ofrecen muchas de las mismas clases de introducción que tu hijo tomaría en una universidad de cuatro años.

Varias ciudades tienen varios institutos terciarios. Repasa sus planes de estudio y fíjate si es sencillo transferir los créditos de un instituto terciario a la universidad de cuatro años que desea tu hijo. Algunas universidades quizás no acepten todos los créditos de un instituto terciario, mientras que otras pueden tener acuerdos con los institutos terciarios locales para aceptar todos los créditos de la institución de dos años.

Haz una consulta con un asesor

Los asesores con experiencia en preparatoria pueden sugerir instituciones que quizás pasaste por alto y que se ajustan a los intereses de tu hijo y a tu presupuesto. También puedes contratar a un asesor externo quien puede brindarte más información detallada sobre las instituciones y las admisiones, e incluso puede ayudarte con el proceso de solicitud.

Ferias universitarias

Asistir a ferias universitarias y presentaciones individuales organizadas por las universidades también puede ayudarte en la búsqueda. Tú y tu hijo deberían aprovechar la oportunidad para hacer todas las preguntas que tengan sobre sus programas, las actividades extracurriculares, la vida en el campus y cualquier otra cosa que les sea de interés. Quizás conozcas universidades que no sabías que existían y puedas borrar algunas otras de tu lista.

Haz una visita a la universidad

Si es posible, visita la universidad mientras está en actividad y recorre el campus. Habla con los estudiantes actuales y haz que tu hijo presencie una clase o dos. Algunas universidades organizan visitas a la residencia de estudiantes por la noche donde tu hijo comprenderá mejor cómo es ir a la universidad, y podrá hablar con los estudiantes en un entorno informal. 

Elegir la universidad adecuada puede ser difícil, pero analizar los problemas más importantes con cuidado puede abrirte las puertas a una experiencia feliz y productiva para tu hijo. Como probablemente seas tú quien pague gran parte de la matrícula, es bueno contar con una inversión y un plan de ahorro. Comunícate con Nationwide para obtener más información sobre los productos y servicios de inversión que pueden ayudarte a preparar financieramente a tu familia para la universidad.

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