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Dos personas cocinando juntas en una cocina.

Los impuestos sobre la renta se presentan en abril. La matrícula escolar vence en agosto. La inscripción abierta para los beneficios de la compañía es en noviembre. Con elecciones a hacer y cosas a pagar a diestra y siniestra, ¿cuándo debe una familia evaluar sus propias finanzas?

Al igual que una revisión médica anual evalúa la salud de una persona, una revisión financiera hace lo mismo con las finanzas familiares.

Más que a menudo las personas pagan sus facturas sin tomarse el tiempo necesario para analizar sus documentos financieros. El hecho de no hacer los cambios necesarios puede ser costoso para tu familia. Es posible que no estés aprovechando los útiles beneficios corporativos o ahorrando suficiente dinero para las metas de tu familia.

Realizar una revisión financiera anual puede ser una experiencia gratificante. Escoge una fecha del calendario y analiza. Estas son las cosas clave a analizar:

1. Presupuesto

Ya sea si llevas hojas de cálculo detalladas o pasas una hora reuniendo facturas y recibos, es útil tener una idea general de adónde irá tu dinero. Incluye categorías amplias como vivienda, auto, préstamos estudiantiles, inversiones, pagos médicos, alimentos, restaurantes y entretenimiento. Si todavía no usas un sistema de control, arma las categorías a partir de la tarjeta de crédito y los estados de cuenta bancarios.

Saber adónde va tu dinero es el paso número uno para determinar si te sientes cómodo con tus gastos. A veces, el solo hecho de revisar los estados de cuenta de la tarjeta de crédito es recordatorio suficiente para reducir tu factura mensual. Por ejemplo, puedes reducir tus gastos al suspender membresías a clubes o cadenas de tiendas que no usas regularmente, o buscar opciones más económicas en paquetes de cable y teléfono celular.

2. Ahorros

Es importante tener al menos entre tres y seis meses de gastos en el banco. Si uno de los sostenes de la familia pierde el trabajo, el dinero puede estar a mano para los gastos básicos y amortigua el golpe financiero. Los fondos de emergencia también pueden aprovecharse para reparaciones domésticas fuera del presupuesto u otros costos imprevistos. Evalúa cuánto dinero estás ahorrando actualmente y para qué quieres el dinero. Fijar metas puede motivarte a ahorrar dinero para lograr esos objetivos.

3. Consulta de seguro

Una vez al año, programa una cita con tu agente de seguro para revisar tu cobertura. Quizás tu hijo(a) pronto conduzca el auto y deseas saber cuánto incidirá en tu seguro. Una mejora como un techo nuevo o una ampliación puede cambiar tu cobertura de seguro de vivienda. Además, asegúrate de que tu seguro de vida sea adecuado para las necesidades de tu familia.

4. Beneficios de la compañía

Si bien en general la inscripción abierta es en noviembre, las compañías a menudo proporcionan información de los beneficios un mes o dos antes. Aprovecha ese tiempo para asegurarte de que tu plan médico sea adecuado para tu familia. Si tu compañía ofrece cuentas de ahorros para la salud (HSA) o cuentas de gastos flexibles (FSA), obtén más información acerca de ellas y posiblemente te inscribas también. Con ellas ahorras dinero ya que apartas ingresos antes de impuestos para usar en gastos calificados, lo que significa que pagas menos en impuestos. Las compañías a menudo proporcionan acceso a un asesor de beneficios en este momento del año.

5. Administración de deudas

Una vez al año, mira lo que debes; no importa si es un préstamo de auto, un préstamo estudiantil, una deuda de tarjeta de crédito, un préstamo con garantía hipotecaria o una hipoteca. ¿Puedes apartar dinero extra para cancelar alguna de estas deudas antes? ¿Considerarías refinanciar tu hipoteca o tu auto si la tasa de interés fuera más baja de la que estás pagando? El dinero que no pagas de interés es como dinero que ganas, por lo tanto, una tasa de interés más baja puede ayudarte a salir de tus deudas antes.

6. Planes de ahorro para la universidad

Como parte del presupuesto, muchas familias apartan dinero para la educación universitaria de sus hijos. Si aún no tienes un plan de ahorro para la universidad, considera abrir un Plan 529. Te permite ahorrar dinero con ventajas impositivas. Aunque a tu hijo(a) le falten algunos años para ir a la universidad, puedes abrir una cuenta y guardar algo de dinero.

El tiempo dedicado una vez al año a evaluar las finanzas de tu familia puede valer mucho la pena. Las circunstancias familiares cambian a lo largo del año como cambian los planes y beneficios financieros. Estimar la situación financiera de tu familia te mantendrá más saludable y en mejor condición financiera a largo plazo.