“Las empresas que no planifican minuciosamente son más propensas a tener dificultades”.
Este principio se hace particularmente evidente cuando entramos en el ámbito de la planificación financiera. La planificación financiera analiza los costos actuales y futuros, además de los ingresos, para ayudar a establecer el mejor plan de acción. Incide sobre cada aspecto de una organización incluyendo la nómina, la capacitación del personal, la comercialización, el inventario, y la investigación y el desarrollo.
La planificación financiera de una empresa permite a las compañías saber cómo distribuir sus recursos con mayor confianza. ¿Tiene la compañía el capital para invertir en una nueva plataforma tecnológica o en nuevo espacio para oficinas? ¿Es este un buen momento para recurrir a los fondos de reserva? ¿Cómo incidirá sobre las ganancias la inscripción de un nuevo cliente?
La planificación financiera integral pone de manifiesto el compromiso de una compañía hacia las buenas prácticas comerciales, una técnica actual para cumplir con las obligaciones financieras y gastar con inteligencia. Eso puede motivar a los inversores extranjeros y aumentar las posibilidades de lograr el éxito a largo plazo.
Sin embargo, muchas compañías ignoran totalmente la planificación, o no le prestan la debida atención. En algunos casos, es posible que la sola idea de crear un plan financiero les parezca abrumadora.
A continuación, encontrarás lineamientos que te ayudarán a enfocarte en la planificación financiera para que el proceso sea menos intimidante.
Cómo elaborar un plan financiero sólido
Para elaborar un plan financiero sólido, necesitarás analizar los principales componentes de tu empresa. Saca conclusiones sobre el flujo de efectivo: ¿cuánto dinero está ingresando y cuánto dinero está saliendo? ¿Cuáles son tus gastos más considerables y en qué áreas es más probable que en un futuro cercano aumenten esos gastos? ¿En qué áreas podrás recortar gastos? ¿Cómo puede afectar a tu empresa la competencia?
También deberás analizar los posibles cambios en tu personal y las circunstancias externas, como las fluctuaciones en la economía, una recesión o un ciclo de crecimiento, y la inflación. Estos factores pueden afectar considerablemente el crecimiento de tu empresa. También debes comparar tu empresa con otras compañías similares dentro de tu industria. Sus vivencias, en especial si están un poco más avanzadas en lo que respecta a la experiencia y al éxito, pueden proporcionarte la información necesaria para que tomes decisiones acertadas. ¿Qué tendencias han seguido para invertir sus ganancias? ¿Cuáles son sus prioridades?
Recuerda también que un plan financiero no es una planificación que se haga una única vez. Las condiciones cambian. Probablemente repitas el proceso en diferentes etapas por las que pase tu empresa y veas resultados distintos.
Todas esas variables te ayudarán a dirigir las decisiones en tu compañía. Algunos de los elementos importantes a incluir en tu plan deberían ser:
- Cantidad de capital necesario para las operaciones
- Uso planificado de los ingresos
- Ganancias futuras
- Balance general: un detalle pormenorizado de la cuenta, con tus deudas e ingresos
- Flujo de efectivo
Las proyecciones de ganancias deberían estar detalladas por trimestre durante los primeros dos años, y luego el plan debería contemplar las proyecciones anuales a partir del tercero y hasta el quinto año. Entre otras cosas, un plan financiero debería explicar cómo financiarás tu cometido.
Cómo dominar con maestría la proyección del flujo de efectivo
Las proyecciones del flujo de efectivo te garantizan el manejo adecuado de ingresos y gastos. Te permiten saber cuánto dinero tienes y durante cuánto tiempo es factible que te dure.
Debido a que los ingresos pueden aumentar y disminuir inesperadamente, las proyecciones pueden fallar. El objetivo es ser lo más preciso posible al hacerlas para que puedas crear un presupuesto razonable.
Debes poder planificar con anticipación varios meses, o más. Por ejemplo, podría ser que supieras que habrá un breve período de bajos ingresos o que estás a punto de recibir una cantidad de efectivo por cargos de renovación en concepto de un negocio orientado a los servicios. También puedes anticiparte a la fecha de inicio de un nuevo cliente importante. En esos casos, puedes planificar en consecuencia. Sabrás cuándo tendrás fondos para liquidar un préstamo o si es mejor no recurrir a los préstamos2. Los bancos y otras instituciones financieras analizan profundamente este tipo de información a la hora de decidir si otorgan un préstamo.
Una práctica comercial sólida
Cuanto más puntilloso seas en tu planificación y en el pronóstico de flujo efectivo, mayores serán los beneficios para tu empresa. Tendrás una estructura bien fundada para tomar decisiones comerciales de mayor y menor importancia dentro de cada área de tu organización, y estarás mejor preparado para fijar objetivos alcanzables. Al avanzar, podrás ver también con mayor facilidad en qué parte tus proyecciones desacertadas alteran rápidamente el curso económico. En la cambiante economía actual es cada vez más importante tener capacidad para adaptarse.
Al igual que la mayoría de los empresarios, tú tienes especial interés en ver triunfar a tu empresa. Dedicar tiempo a proyectar el flujo de efectivo y a desarrollar un plan financiero sólido te puede garantizar el crecimiento de tu empresa. Nationwide puede proporcionarle a tu empresa la cobertura y otros recursos que te ayuden a alcanzar esta meta.