persona usando una computadora portátil

¿Tienes presencia en línea? Con la cantidad de información personal y financiera que hay almacenada en el ciberespacio, hay rastros de casi todos en Internet. Con tantos datos disponibles, los consumidores son vulnerables a los ataques cibernéticos.

Esto incluye todo, desde estafas y robo de identidad hasta ataques de malware e inclusive acoso cibernético. Es por eso que es tan importante que los consumidores incorporen la ciberseguridad a sus hábitos en línea.

Contraseñas invulnerables

Ninguna contraseña es perfecta, pero crear una contraseña segura ofrece protección contra el acceso no autorizado a tus cuentas y juega un papel importante en mantener a los delincuentes alejados de tu información personal y financiera.

Si bien puede ser tentador usar contraseñas fáciles de recordar, las contraseñas seguras ofrecen mayor seguridad. Usa, en cambio, una combinación de letras minúsculas y mayúsculas, símbolos y números. Asegúrate de no usar información que se pueda encontrar fácilmente en tus cuentas de redes sociales, como tu nombre, fecha de nacimiento, ubicación u otros detalles sobre ti a los que pueda acceder cualquier persona con acceso a Internet.

Las contraseñas seguras también son largas, ya que mientras más caracteres tengan, más difícil será descifrarlas. También puedes usar algo llamado generador de contraseñas aleatorias para crear tu contraseña. Si eliges esta opción, asegúrate de investigar para encontrar un servicio confiable.

Los expertos recomiendan crear una contraseña única para cada cuenta. Esto puede hacer que sea difícil recordar las credenciales de inicio de sesión, por lo que algunas personas usan herramientas de administración de contraseñas para llevar un registro de esta información. Estas herramientas almacenan contraseñas de manera segura y también pueden generarlas, lo cual ayuda a los consumidores a cumplir con las mejores prácticas de contraseñas.

Capas de seguridad con autenticación de dos factores

Una vez que tengas contraseñas seguras, puedes hacer que sean aún más difíciles de eludir al activar la autenticación de dos factores o de múltiples factores, que se conocen como 2FA o MFA, respectivamente. Esta es una capa de protección adicional que requiere que un usuario proporcione otras formas de identificación al iniciar sesión en una cuenta. Además de la contraseña, los usuarios deberán ingresar uno o varios códigos que se les envían por correo electrónico o mensaje de texto a su dispositivo móvil para verificar que son quienes dicen ser.

El beneficio de usar 2FA o MFA es que reduce el riesgo de que los delincuentes ingresen a una de tus cuentas. Si descifran tu contraseña, es mucho menos probable que puedan acceder a una cuenta protegida por 2FA o MFA porque no tendrán el código o los códigos adicionales que se envían a tu dirección de correo electrónico o teléfono.

Muchas plataformas en línea ofrecen 2FA, como bancos, redes sociales y sitios web de atención médica, así como proveedores de correo electrónico. Ve a la configuración de tu cuenta y busca en la sección de seguridad de 2FA. Después de habilitarlo, deberás ingresar el código 2FA cada vez que ingreses.

Sé precavido con la conexión Wi-Fi

Es posible que te sientas tentado a ingresar a la red pública de Wi-Fi cuando estés de un lado para otro. Si bien esto puede ser conveniente en el momento, pone en riesgo a los consumidores y los deja vulnerables ante los ciberdelincuentes.

Esto se debe a que las redes públicas de Wi-Fi generalmente no son seguras ya que tienen que ser accesibles para todos. Los delincuentes aprovechan este servicio para robar información personal y financiera de consumidores desprevenidos, ya sea creando puntos de acceso a Wi-Fi falsos o hackeando la red.

Sin embargo, hay maneras de usar una red pública de Wi-Fi de manera segura. En primer lugar, no debes conectarte a una red al azar. Asegúrate de acceder a una red de Wi-Fi confiable cuando estés fuera, como las que ofrecen las empresas que visitas. Agrega una capa más de protección usando una red de proveedores virtuales (virtual provider network, VPN) para proteger tu privacidad en línea. Inclusive si has hecho ambas cosas, lo mejor es no ingresar a ninguna cuenta confidencial mientras usas una red pública de Wi-Fi, como tu tarjeta de crédito o tu banco.

Si prefieres evitar por completo el riesgo de una conexión pública de Wi-Fi, puedes usar un punto de acceso móvil o crear tu propia red de Wi-Fi segura a través de tu proveedor de telefonía móvil. También puedes usar la conexión a Internet por cable cuando esté disponible, por ejemplo, cuando visitas un negocio, hotel o centro de conferencias.

Mantente actualizado

Es fácil usar una de las mejores maneras de estar seguro en línea: mantén tu software actualizado. Esto incluye el sistema operativo y las aplicaciones tanto en tu computadora como en tu teléfono móvil, así como cualquier otro dispositivo que puedas usar.

Esto es importante porque estas actualizaciones incluyen parches de seguridad que se lanzan continuamente para abordar nuevas amenazas cibernéticas a medida que surgen. Al estar al día con las actualizaciones, te mantienes un paso adelante de los delincuentes que usan vulnerabilidades de software para robar datos y causar daño. Las actualizaciones de software también incluyen correcciones de errores que pueden mejorar la forma en que funcionan las aplicaciones y ayudan a ofrecer la mejor experiencia de usuario posible.

Puedes actualizar tus aplicaciones de forma automática o manual. Simplemente ajusta la configuración de tus dispositivos según tu preferencia. Cualquiera sea el método que elijas, vigila de cerca cualquier actualización pendiente, ya que algunos requieren pasos manuales para completarlos correctamente. Tomarse la molestia de hacerlo, hasta el momento, supera el riesgo de correr el riesgo de un ataque cibernético.

No muerdas el anzuelo

Los intentos de phishing son una forma frecuente en que los ciberdelincuentes intentan obtener acceso a datos personales. El phishing es un tipo de ataque cibernético en el que un atacante se hace pasar por una entidad u organización legítima para engañar a los usuarios para que divulguen información confidencial, como contraseñas, números de tarjetas de crédito u otros datos personales. Estos ataques suelen ocurrir por correo electrónico, pero también pueden ocurrir a través de otros canales de comunicación, como mensajes de texto, redes sociales o llamadas telefónicas.

Cuando sabes qué debes buscar, es fácil detectar los intentos de phishing. A primera vista, pueden parecer de un remitente legítimo, pero cuando miras más de cerca, encontrarás varias señales de que la comunicación es falsa. En primer lugar, la dirección de correo electrónico no coincidirá exactamente con lo que se supone que debe ser el remitente, inclusive si es muy parecida. Por ejemplo, el nombre del dominio puede contener caracteres adicionales.

Es probable que el tono del correo electrónico también tenga un sentido de urgencia para instar al destinatario a actuar rápidamente antes de que se dé cuenta de que el correo electrónico es falso. Este correo también tendrá un enlace o un archivo adjunto para que el usuario lo abra. En los correos electrónicos de phishing, hay malware o ransomware que pueden infectar tu computadora o red y robar tu información.

Si sospechas que un correo electrónico es una estafa de phishing, no abras ningún archivo adjunto ni hagas clic en ningún enlace. Luego, elimina el correo electrónico, tanto de tu bandeja de entrada como de la papelera, para no hacerle clic accidentalmente en otro momento. Si los correos electrónicos de phishing afirman ser de tu banco u otra institución legítima, puedes denunciarlo ante su equipo de atención al cliente para lo investiguen, lo cual puede ayudar a evitar que otros se vean afectados por la estafa.

Luego, es aconsejable monitorear tus cuentas para detectar actividades sospechosas. Mientras lo haces, cambia también tus contraseñas en caso de que te hayan robado las credenciales.

Con estas simples medidas puedes ayudar a disuadir a los ciberdelincuentes para protegerte en línea. Al estar atento, puedes defenderte contra el robo de identidad, la pérdida financiera y otros impactos perjudiciales de los ataques cibernéticos.