Hace dos años que administro una exitosa empresa de más de $200,000 y estos son algunos de mis consejos para trabajar de manera más inteligente:
1. Darle nuevo sentido al contenido
No es ningún secreto que las redes sociales son vitales para los negocios. En este momento, el 74 % de los consumidores confían en las redes sociales para guiar sus decisiones de compra. Si ya estás creando contenido, como un pódcast o una publicación de blog, puedes reutilizar el contenido para crear de 4 a 6 contenidos adicionales a partir de ese contenido principal. No es necesario reinventar la rueda. Este es el método que usamos en mi empresa.
A partir de un pódcast, creamos:
- Un video con un clip de audio del pódcast para publicar en IG, TikTok y LinkedIn.
- Un correo electrónico que resume el pódcast y alienta a las personas a escuchar.
- Un tuit de un punto central en el pódcast que luego se comparte en plataformas.
- Una publicación de carrusel que resume los puntos principales del pódcast.
- Historias de Instagram que hablan sobre el pódcast.
- Un llamado a la acción que promueve un servicio o producto en cada uno de estos contenidos.
2. Simplificar
Hay mucho que aprender como propietario de una empresa y no puedes aprender todo a la vez. Mira tus datos, identifica qué es lo que más afecta a tu empresa y concéntrate en eso.
Por ejemplo, si el 80 % de tus clientes potenciales provienen del correo electrónico, duplícalos. No hay necesidad de invertir en un equipo de producción de videos para YouTube; por ahora, olvídate de YouTube. Recuerda que hacer una cosa bien es mejor que hacer muchas cosas de manera inadecuada.
3. Delegar
Conoce tus fortalezas y contrata a personas que tengan los conocimientos que tú no tienes. El hecho de que seas propietario de una empresa no significa que necesites administrar tu empresa tú solo.
Recuerdo al principio de mi negocio que me resistía a contratar a alguien para que me ayudara con mi sitio web y mis operaciones porque no quería gastar dinero. Sin embargo, pasaba días enteros tratando de hacerlo yo misma. Finalmente me di por vencida y contraté a alguien. Lo que me había llevado horas hacer ahora se hizo en minutos. Esto me dio tiempo para concentrarme en lo que yo sabía hacer: mercadeo y orientación (actividades que generan ingresos). Al final, fuimos más productivos y rentables.
Cuando aprendes a trabajar de manera más inteligente y no más ardua, creas más espacio para la creatividad y la alegría, dos cosas que conducen a una empresa sostenible.