maquinaria pesada en una gravera

La sabiduría popular dice que un rayo nunca cae en el mismo lugar. Con más de 20 millones de rayos caídos en Estados Unidos por año, no tiene por qué caer en el mismo lugar para afectar tu negocio.

De hecho, el equipo crítico de tu empresa, desde las computadoras hasta la maquinaria de producción, puede dañarse con sobrevoltajes causados por un rayo que caiga a millas de distancia de tus instalaciones. Sin ningún seguro de protección comercial contra sobrevoltajes, el costo de las reparaciones puede quedar bajo tu responsabilidad.

Aspectos básicos de los sobrevoltajes

Los sobrevoltajes, también denominados picos de voltaje, pueden encontrar diferentes vías para ingresar (y atravesar) tu lugar de trabajo. 

Un solo rayo puede producir un pico de 100,000 voltios de electricidad. Cuando el rayo desciende hacia la tierra, busca la vía de menor resistencia eléctrica. Al hacer contacto con la tierra, puede viajar hasta 3 millas para encontrarla. 

Un sobrevoltaje típico puede enviar de 500 a 1,000 voltios por cualquier cable o línea que conecte tus equipos con el exterior. Estas y otras fluctuaciones de energía pueden dañar un software, borrar datos y destruir circuitos diseñados para soportar apenas 120 voltios. Para los negocios, esto puede causar tiempo de inactividad, pérdida de ingresos, gastos de reparación de equipos, incluso incendios por regletas y paneles eléctricos con sobrecarga. 

Una vez que llega al edificio, la energía puede pasar por cualquier material conductivo, como cables eléctricos de cobre, cables de datos, líneas telefónicas y hasta cañerías y redes de conductos. Además, puede saltar entre los sistemas formando arcos eléctricos extremadamente peligrosos. 

Los sobrevoltajes pequeños son bastantes frecuentes

No todos los sobrevoltajes son tan espectaculares como los rayos y los arcos eléctricos. Al encender equipos grandes como una fotocopiadora se crea un breve pico en el sistema eléctrico del edificio. Los eventos que producen picos de demanda de energía como un día de verano muy caluroso pueden producir una pérdida o baja temporal de tensión en tu área. Los trabajos de construcción o en las líneas pueden cortar la energía de todo el edificio de manera repentina y sin advertencias. 

Individualmente, la mayoría de los picos y bajas de tensión son insignificantes. Pero con el tiempo, los sobrevoltajes menores pueden causar daños en los equipos como fallas en el disco duro o colapso de la placa madre. Y prácticamente todas las máquinas de las que depende tu negocio pueden correr riesgo, incluso:

  • Ascensores, sistemas de seguridad y alarmas de incendio
  • Maquinaria de producción para fabricación
  • Sistemas de punto de venta para tiendas minoristas
  • Sistemas de control de temperatura para escuelas, iglesias y unidades de alquiler
  • Equipos de diagnóstico médico y automotriz
  • Refrigeradores para tiendas minoristas de alimentos y almacenes 

¿El pico más grande de todos? El daño a los equipos no está cubierto automáticamente por la póliza del seguro de propiedad. Tampoco tendrán cobertura los ingresos perdidos, el inventario dañado, los costos de restitución, las reparaciones inmediatas y demás. Deben agregarse endosos específicos a la cobertura del seguro, como la protección contra rayos y sobrevoltajes. 

3 líneas de defensa contra los sobrevoltajes

Los propietarios de negocios pueden seguir tres pasos sencillos para asegurarse de que su operación esté lista para la temporada de tormentas y los sobrevoltajes imprevistos.

  1. Usa y conoce los dispositivos de protección contra sobrevoltaje. Los protectores con sobrevoltaje en el punto de uso ofrecen una línea de defensa valiosa para tus equipos, pero tienen limitaciones. Luego de absorber varios impactos importantes, estos dispositivos pueden agotarse y dejar que tus equipos soporten el golpe del próximo sobrevoltaje. Asegúrate de leer todas las instrucciones de cada unidad.
  2. Instala un supresor en el panel de servicio principal. Si bien tienen su lugar, los protectores de sobrevoltaje no reemplazan un supresor de voltaje potente en tu panel de servicio principal. Los supresores de sobrevoltaje para panel de servicio están diseñados para resistir grandes voltajes transitorios cuando ingresan a tu edificio; de este modo, reducen el impacto en los protectores de sobrevoltaje y luego en los equipos comerciales. Estos supresores deben ser instalados por un electricista autorizado e inspeccionarse en forma periódica. 

    Busca modelos que tengan un tiempo de respuesta de 5 nanosegundos o menos, y una alarma visible que indique cuando sufren un daño importante. Un buen supresor para panel de servicio cuesta entre $200 y $700. Debido a que el reclamo promedio por daños relacionados con rayos supera ampliamente los $10,000, pueden pagarse solos.
  3. Invierte en un seguro contra avería de equipos. Tu agente puede recomendar la incorporación de suplementos a tu cobertura que te protegerán contra los daños causados por fluctuaciones de energía. Por ejemplo, el seguro contra avería de equipos puede cubrir el costo de reparación o reposición de los equipos que usa tu negocio y así permitir que siga funcionando sin problemas. 

Tu compañía depende de equipos sensibles para la comunicación y las operaciones. Imagina si parte o la totalidad de los equipos se dañaran gravemente. En áreas propensas a las tormentas, es posible. Y lo más probable es que tu seguro de propiedad estándar no cubra ese tipo de pérdida, así que debes asegurarte de que tu empresa esté cubierta contra los sobrevoltajes. 

Qué buscar a la hora de comprar supresores y protectores para sobrevoltaje 

No todos los equipos de seguridad para sobrevoltaje son iguales. Estos son algunos términos y características que debes conocer antes de comprar protección para tu negocio.

  • Calificación UL 1449: asegúrate de que los protectores cumplan los estándares de seguridad con certificación UL que establece Underwriters Laboratories.
  • Tensión de bloqueo: cuando se trata del voltaje máximo que transmitirá un protector a tus equipos, menos es mejor. UL considera un mínimo de 330 voltios, pero es más seguro que esté cerca de los 120 voltios.
  • Tiempos de respuesta: un dispositivo debería poder detectar un sobrevoltaje en pocos segundos: nano (una milmillonésima de segundo) o pico (una billonésima de segundo).
  • 400 julios o más: cuando se trata de la máxima energía que tu equipo de protección puede soportar, deberías tener una calificación de 400 julios o más.
  • Luces de alarma: los dispositivos deberían tener luces de alarma que indiquen cuando están funcionando y cuando necesitan cambiarse.
  • Empaques y recibos: la mayoría de los dispositivos vienen con algún tipo de cobertura para equipos, pero necesitarás presentar el recibo de compra original y el empaque del producto.
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